miércoles, 31 de julio de 2013

LA LORA DE LOS "WORD GAMES"

El error en las medallas de los juegos mundiales fue y sigue siendo noticia. Para los que no saben, en vez de decir “World” (mundo), dice “Word” (palabra). Es un error vergonzoso, de esos que uno sólo puede decir: trágame tierra… y ¡¡¡entera por favor!!! Puede ser sólo una L, pero esa letra cambia todo el sentido de "World Games". Y la falta de esa letra ha sido motivo de burlas, chistes, resentimientos y peleas. Con toda la razón.

No se trata de criticar ni quitarle importancia al maravilloso evento que por estos días cubre de alegría mi tierra, los que lo están viviendo saben que es algo increíble y muy bien "jalao", sea o no valorado por el resto del país y los canales nacionales. Pero es que es inaudito que esto pase y que nadie haya dicho nada antes de empezar a repartir oro, plata y bronce a diestra y siniestra.

Yo llevo 3 semanas sin ver TV, desconectada, y me enteré de este hecho gracias a Facebook y el alboroto de mis amigos. Unos se burlaban, otros atacaban destacando el evento y empezó una guerra llena de pendejadas que no vienen al caso. Es un error nefasto y horripilante. Esas cosas simplemente no pueden pasar. ¿De quién es la culpa?, ¿dónde las hicieron?, ¿quién se comió la L?, ¿importa? Claro que sí. Dicen que mandaron el boceto bien pero que cuando el proveedor las entregó no se dieron cuenta… A ver… ¿Acaso las revisó el único pelagato que no hablaba inglés?, ¿sólo una persona tuvo acceso a las medallas? Otros dicen que ni siquiera las revisaron, ridículo. Sea de quien sea la culpa, lo cierto es que gracias a ese errorcito fuimos el hazmerreír de la semana y con gran despliegue. Suficiente tenemos oyendo “hubieron tantas medallas”, “habían participantes de…”, para rematar con esta perlita, ¿no creen?

Si las corrigen está bien, es lo mínimo que pueden hacer pero nunca se olvidará este error tan garrafal. Tampoco sirve empezar debates de colombianidad ni regionalismos. Si se percataron en su momento, mejor le hubieran dado a los ganadores un bono para reclamar un champús y un aborrajado pues barriga llena, corazón contento, como con la medalla.