lunes, 21 de marzo de 2016

CALI CALIENTE

Artículo del 1 de marzo.


Si hablamos de la temperatura actual de la capital del Valle del Cauca, mi tierra, podríamos decir que es un infierno, pero si vamos al chismerío que se está manejando en este “comienzo” de año, el infierno es un tentempié, una antesala chimba del caldo tan salvaje que se está cocinando en la ciudad… Es que si no me lo cuentan por distintos lados y no hay testigos oculares de los hechos, me negaría a creerlo, pero pasó… y de qué forma… y en qué familias…

Deja uno de venir uno 10 meses y todo está patas arriba y de eso no le podemos echar la culpa a Santos, aunque indirectamente seguro tiene sus velas en estos entierros pues con tanto impuesto, tanta indulgencia y tanta maricada, debe haber causado estrés en algunos matrimonios o en algunas mujeres que no saben cómo manejar la ansiedad sino es en los brazos de un hombre, y no precisamente el propio.

En el pasado post hablaba de la infidelidad masculina y lo pendejas que somos las mujeres cuando nos cachonean, pero por lo visto las pendejas somos la minoría; la mayoría se está alzando la bata y demostrando que la igualdad de género se aplica en todo y para todo. Que si hay ganas, ¡¡¡se sacian!!!

“Las niñas bien” también capotean. Mucho apellido de gente divinamente bien de tierra caliente, nariz respingada, melena mona / castaña frondosa, siempre de punto en blanco, hijos espichables, maridos pudientes (de la alcurnia vallecaucana, pura familia de portarretratos); una vida supuestamente envidiable, con viajes al exterior mínimo dos veces al año, carros de alta gama, comidas en los mejores restaurantes del mundo, pero de puertas para adentro (y para afuera) adornan a los maridos, acaban matrimonios, sobre todo el ajeno pues a ellas las perdonan y se juegan por la pasión sin medir las consecuencias.

Yo sigo en shock con las noticias, con el picante caleño en su máximo esplendor. No juzgo porque vaya a saber lo que viven en sus casas y si la cara de aburrido de los maridos ya la traían o es por culpa de ellas, pero hay que tener tacto, hay que tener prudencia, no desbocarse con tres tragos o por un reloj de marca y estar acosando hombres comprometidos y deseando lo de la prójima. Sino le gusta su matrimonio, salga por la puerta grande, renuncie con dignidad.

Aparte de toda esta tracamandada de infidelidades, ahora dicen que un ex arquero está extremadamente deprimido porque su amante (ahora novia) lo dejó por perro, que un caballero muy conocido y noviero a sus 40 está saliendo del clóset (aplausos, más vale tarde que nunca), que el matrimonio del 2015 que para los invitados iba a ser el del año, el hit del sacramento, terminó siendo un fiasco (con decirles que dejaron acabar el trago), que marcas conocidas están plagiando a otras más reconocidas, que el amigo de colegio de toda la vida robó a su fiel compañero en negocios e inversiones, que el marido -lleno de billete- desde que su mujer trabaja, decidió que todo iba 50/50 y no le pasa una... A todo esto sólo lo supera el paseador de perros en hot pants que recorre Santa Teresita y aledaños… cosa seria, la más seria de todas.

Al mejor estilo de Melrose Place, Cali tiene triángulos amorosos, peleas, engaños, mentiras, mujeres regaladas, esperemos que no llegue la parte escalofriante de la serie, asesinatos y muertes raras… Me podría venir a vivir aquí y abrir mi columna picante mensual que ahora si hay tela de dónde cortar, ¡¡¡que se agarre Poncho Rentería!!! Me voy ansiosa por lo que traerá este nuevo año y esperando que estos 10 meses de ausencia estén llenos de buenos chismes, y hombres y mujeres: ¡¡¡a cuidar la presa hasta de los “amigos”!!!!