jueves, 14 de junio de 2018

"CON LAS BOLAS LLENAS"

Este puede ser uno de mis dichos favoritos argentinos. Cuando alguien dice que tiene las bolas llenas es que se cansó, que está hastiado, agotado, cansado, harto, de un tema en particular o de alguien puntual, y así estoy yo con la política, con los bandos y con los enfrentamientos ridículos de cada lado. Así estoy yo, con las bolas (que no tengo) llenas, repletas, a punto de estallar. Todos quieren un país mejor y en paz pero no respetan ya ni a los supuestos amigos que piensan diferente. En las redes está saliendo a relucir la miseria humana, insultan solo porque se puso una noticia que no comparten (o que no está “verificada”… ¿por quién?, ¿por los medios imparciales que tenemos? jua), un comentario que difiere del propio; perdimos las medidas, los límites, las proporciones, solo importa la posición personal y tener la razón, cueste lo que cueste.


Y al final, la política es como cualquier otra decisión personal, como el amor, como la amistad, como usar Crocs, como la musculosa / manga sisa masculina… Es cuestión de gustos y afinidades… De sentirse cómodo con la decisión tomada. Cada persona se basa en su experiencia de vida, sus puntos en común, en la empatía que le genera, y eso no lo hace ni mejor ni peor, simplemente una persona con criterio propio. Pero no, ahora se rasgan las vestiduras defendiendo lo indefendible y creyendo que a más porquerías que se dicen del oponente, el otro resalta y sus defectos quedan enterrados por arte de magia. Como si a los candidatos les importara este chismerío de pasillo…


No voy a hacer ningún análisis profundo y profesional, de esos hay muchos, esos se los dejo a los expertos politólogos, economistas, periodistas y demás, yo doy mi humilde opinión, como una ciudadana del montón, común y corriente… y “de mente corta”, pues según dicen mis conocidos en las redes, los que votamos por Duque somos brutos, ignorantes, carentes de ética y principios, delincuentes… Pero ellos, los que apoyan a Petro, son educados, estudiados, correctos, analíticos, decentes, nobles, mejor dicho, un manojo de virtudes y cualidades. Estaría bueno que vuelva Jota María Valencia con sus Solteros sin compromiso y se lancen y puedan inundar a Colombia con tanta maravilla.

No soy Uribista, no soy Duquista, no soy Petrista, no soy de derecha ni de izquierda, ni azul, ni roja, ni verde, no soy de ningún partido. Soy Olga María Otero Palau (así reniegue del María) y apoyo al candidato que a MI me parece que reúne las cualidades que a MI me gustan, que propone cosas con las que me siento identificada y representada. En este caso es Iván Duque. Obviamente no comparto todo (como tampoco comparto todo lo de mis amigas, marido o familia) y creo que hay cosas que tiene que cambiar, otras por mejorar, algunas para incluir, algunas otras para eliminar, pero también creo que tiene el carácter, la estructura, las ganas, el corazón, las bases y las capacidades para hacerlo. No existe el paquete completo, en nada. Me inspira confianza, me da esperanza, le creo, como hace mucho no lo hacía con ningún candidato.


La verdad no entiendo cómo diablos Gustavo Petro pasó a la segunda vuelta. En ningún escenario me imaginaba que este tipo tendría una mínima posibilidad de llegar a la Casa de Nariño, pero se acerca y sinceramente me da pánico. Sus seguidores hablan de él como si fuera un ciudadano ejemplar e ilustre, háganme el favor, semejante caudillito de medio pelo, hampón y para rematar, pésimo administrador. No creo que haría mejor trabajo que el que hizo en la Alcaldía de Bogotá… Ya demostró que esos cargos le quedan grandes, que no está preparado, y para mí reúne los peores defectos de la raza humana: soberbio, pedante, resentido, terco, egocéntrico, déspota, caprichoso, prepotente, ambicioso, egoísta, mentiroso, autoritario, con ínfulas mesiánicas de superioridad, solo por nombrar algunas… Y si mencionamos su turbio y oscuro pasado de ex guerrillero (extosionador, asesino, corrupto)… Apague y vámonos.

Y para atacar a Duque siempre con la lora de Uribe, ufffff, disco rallado. El candidato no es Álvaro Uribe Vélez, es Iván Duque. Uribe lo apoya, así como las FARC y otros apoyan a Petro. Que Uribe es paraco, que Uribe esto, que Uribe lo otro (y lo que sea, es él, no Duque)… ¿y Petro y su entorno qué son?, ¿las carmelitas descalzas? A ver, un poco de coherencia. Juzguemos a Duque como una persona individual, no se puede saber la influencia de los otros en él hasta no darle la oportunidad. La historia nos ha demostrado que en la política nada está escrito, aunque hagan la payasada de intentarlo, que hay nuevas uniones, que hay rupturas, que es cambiante… Estamos viviendo un momento histórico en el cual los jóvenes preparados se están comprometiendo con el mundo, con su entorno, tomando las riendas, rompiendo las cadenas, y que bueno sería ver una cara fresca representándonos.

Yo nunca podría apoyar a una persona como Gustavo Petro, por mi historia, porque mis principios no me lo permiten, porque guerrilleros como él destrozaron a mi familia. Y son cosas que nunca se olvidan, dolores que siempre nos acompañan, momentos que nos mueven la cabeza. Si cambió perfecto, pero me parece que no es una persona confiable, transforma su discurso y lo amaña a su conveniencia, predica pero no aplica… Así que no merece ni comparación con José Mujica, el ex presidente uruguayo, también ex guerrillero pero realmente un hombre humilde, coherente, austero, compasivo... Si se hiciera borrón y cuenta nueva con Petro, si se dejara de lado todo lo que fue, lo que es tampoco me gusta. Le falta calidad humana y don de gentes (lo que odiaba este juego de palabras pero lo necesario que es tenerlo), cualidades necesarias para manejar un país, el futuro de millones de personas.

Desafortunadamente, parece que este año votáramos en contra y no a favor. Mi voto no es contra Petro, mi voto es para Duque y lo hago con convicción. Admito que me disgusta un poco oírlo cantando por todo lado, pero hasta buena voz tiene, otro plus, y quién soy yo para juzgarlo si cuando me tomo 3 tragos me creo Celia Cruz… y ni el azúcar me sale. Ah, y habla inglés bonito, con buena pronunciación, desenvuelto, ya nos merecemos un presidente que nos haga quedar bien en el exterior, que pueda hablar de tú a tú con otros dirigentes, ¿no? Puede sonar superficial pero que entienda y se haga entender en todos los campos que le competen es otra cosa, sin intermediarios, sin intérpretes. Acá les va el listado de las que considero sus cualidades: inteligente, culto, capaz, preparado, comprometido, hábil, maduro, elocuente, carismático… Parezco fanática pero de verdad a ese pollo yo lo apoyo, jajaja. Duque no es Uribe y Petro… es Petro…


Y si gana Petro, con toda el alma espero equivocarme, por mi país, por todos, que me haga callar. Si gana Duque, espero que demuestre de qué está hecho, que los que confiamos en él teníamos razón, que se merecía nuestro voto, y que sea un maravilloso Presidente. Si llega y no es lo que creía, pues me tragaré mis palabras, una por una, y las pasaré con unas deliciosas cervezas bien frías y con Silvestre Dangond de fondo para hacerlo más digerible.

Amigos, gane el que sea, no más ataques, volvamos a hacer de las redes un espacio ameno, divertido, compartamos las cosas maravillosas de la vida, que vuelvan los post de comida, de vacaciones, de hijos, de chistes, no rompamos más las bolas con la política. Todos a votar por el que crean mejor. En un año ya podremos decir si mejoró, empeoró o quedó igual nuestra tierrita y que lo importante siempre sea la personalidad.


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