Hoy me di cuenta que no sirvo para nada. Hace meses lo venía sintiendo, pero por alguna extraña razón hasta hoy lo constaté, hoy me convencí que soy una inútil... No consigo trabajo, no puedo hacer dieta, no quedo embarazada, no tengo ninguna pasión que explotar, no poseo aptitud alguna que me diferencie de los demás y me haga especial. Soy común y corriente, las palabras temidas por muchos, por casi todos... pero si, así soy yo. No digo que sea malo pero siempre creí que tenía algo “especial”, que era diferente, que me iba a destacar... y me estanqué...
A los 33 (años), mejor dicho, en el tercer piso, muchas personas tienen un trabajo estable con un sueldo “acomodado” que les permite llevar una vida relativamente tranquila. Se pelean por ellos entre varias empresas, los cambian de ciudad, los ascienden, les prometen un futuro mejor... Un buen porcentaje son felices en sus trabajos o haciendo lo que sea que hagan... Yo, desempleada y sin promesas en el horizonte, y en los trabajos que tuve creo que no fui indispensable ni vital para la ellos, me fui y siguieron sin mi, no hubo negociaciones, ni ruegos ni súplicas de permanencia...
En los 30's la mayoría de las mujeres tienen su familia armada, llena de hermosos e insoportables hijos que hacen sus vidas más pesadas pero más felices y completas, como afirman (aunque a algunas no les creo). Y muchas logran equilibrar su vida laboral con su vida maternal... yo, tampoco tengo el trabajo de ser madre, sigo jugando a ser ama de casa y lo odio... Llevo meses tratando de quedar embarazada y nada, siempre creí que eso era fácil, tener las ganas, tirar (fornicar, tener sexo, hacer el amor, pichar o como le quieran llamar) y listo, quedaba engendrado el demonio de mis futuros dolores de cabeza, pero no, ni quedándome patas arriba después de las relaciones lo he conseguido.
Y si seguimos esta cadena y hablamos de la dieta, el peor de mis fracasos... Hoy en día las mujeres tienen un hijo y a los 3 meses parecen modelos de Sports Illustrated y yo, sin trabajo, sin hijos, con tiempo, con gimnasio y muchos kilos de más, parezco una modelo de Botero, si, ese Botero, el pintor colombiano de personajes rollizos (obesos!!!)...
Y mis pasiones se fueron quedando en el camino sin un motivo en especial, las abandoné, les solté la mano y ya ni recuerdo cuáles eran, tendré que buscar unas nuevas y esta vez comprometerme en serio. Y hasta hoy que me senté frente al cumputador con la crisis pre 33 a flor de piel, volví a escribir. Y como escribir era una de las cosas en la que solía ser medianamente buena en el segundo piso, me voy a reencontrar con ella para darnos una nueva oportunidad.
Bienvenida Guilla, precisamente, antes de leerlo todo, pensaba decirte que pa escribir eres buena. Y tienes una ventaja sobre los demás: tienes humor y una manera particular de ver la vida. Esas personas "exitosas" que describes son los que llevan una vida normal, cumplen con el manual al pie de la letra.
ResponderEliminarDicen que en el futuro el mundo recogera más información de opiniones personales e independientes que de grandes centros de noticias.
Ayer me vi Ghost Dog, de Jim Jarmush, me gustaría que la vieras.
Un beso.